domingo, 27 de febrero de 2011

1976, EL TERCER MUNDIAL PARA EL LANCIA STRATOS

Con el segundo título en sus manos y conocedora de su superioridad, Lancia anunció su intención de hacer todo el calendario del año 1976. Tan solo Opel elaboró un plan de competición para ese año y quizás sin demasiada convicción. A pesar de que Munari era el piloto estrella, Waldegaard le había arrebatado el protagonismo el año anterior. Esta temporada Munari se mostraba dispuesto a hacer valer su habilidad al volante. Ya en sus años con el Fulvia el piloto italiano sorprendía por su maestría con los pedales del coche. Su técnica de frenado y la increíble velocidad que imprimía al movimiento de sus pies maravillaba incluso a sus propios copilotos. Con un fuerte carácter se le consideró como el primer piloto estrella del mundial de rallies y su popularidad hizo crecer la afición por la especialidad. Sabedor del voluble carácter del italiano, Cesare Fiorio le cuido con un excesivo mimo que terminó por sacar a Waldegaard del equipo.
Por otro lado Fiat centró la temporada en el desarrollo del que sería su próxima arma en el campeonato: el Fiat 131 Abarth. Los pilotos que corrían con Fiat en 1975 pasaron a Lancia excepto Alen que se dedicó a la puesta a punto del vehículo de la marca de Turín. Alpine puso en marcha el proyecto del A310, que mantenía los principios del victorioso A110. La carrocería de fibra de forma mucho más angulosa le confería un aspecto impresionante. Pero la motorización de cuatro cilindros nunca le permitió presentar batalla al Stratos. Avanzada la temporada, montó un V6 con el que ganó en prestaciones, pero no destacó más que en algún rally del campeonato de Francia.
MONTECARLO; DOMINIO DEL STRATOS.

El Montecarlo fue dominado por Lancia, Munari, Waldegaard y Darniche dominaron con el Stratos los 530 kilómetros de los que constaba el rally esta edición. Rohrl con el Opel Kadett GT/E terminó en cuarto puesto. En esta carrera se produjo el debut de SEAT, con dos 1430 oficiales. Zanini acabó en una honrosa doceava posición. El británico Roger Clark llevó su Ford Escort a la quinta plaza.

1 10 Sandro Munari Ita Lancia Stratos HF 4 1 06:25.1
Silvio Maiga Ita 0
2 6 Björn Waldegård Swe Lancia Stratos HF 4 2 06:26.4
Hans Thorszelius Swe 1.27
3 12 Bernard Darniche Fra Lancia Stratos HF 4 3 06:31.2
Alain Mahé Fra 6.13


La victoria de Munari no fue sencilla y una avería estuvo a punto de dar al traste con la victoria del italiano. A continuación se reproduce la traducción de una narración del propio piloto.
Aquel Montecarlo de 1976” por Sergio Munari.
"Faltaban sólo cinco o seis minutos para el comienzo de la próxima etapa cronometrada, situada en mitad de los Alpes franceses. Desde lo alto de la montaña teníamos que ascender y descender nos informaron por radio que sólo llovía. Por lo tanto todo conforme para usar neumáticos de agua. Pero justo un minuto antes de la salida la radio comenzó a radiar:
“Atención, atención: esta nevando fuertemente”
Era demasiado tarde para montar neumáticos de clavos, me hubiera retrasado en la salida y hubiera sido penalizado. Tan sólo podía salir arriesgándome y esperanzado. La especial era de 38 kilómetros y la nieve aparecía desde el kilómetro ocho en adelante. Era la primera vez que corría con Silvio Maiga como copiloto y teníamos una ventaja de 4’ 30” respecto de Frequelin con su Porsche. Ascendí llevando las ruedas por los márgenes de la carretera para tener cierta adherencia gracias a la hierba. En ese momento me sentí atenazado por el miedo de no conseguir alcanzar la cumbre. Después de conseguirlo se vería con más claridad conseguir finalizar la etapa. Trabajamos duro para avanzar pero no podía haber sido de otro modo desde el momento que las ruedas montadas no eran de clavos (295 atrás y 205 delante). Los otros corredores habían partido algunos minutos después y por esta razón habían tenido tiempo de cambiar sus ruedas de lluvia por las de nieve. Así que muy pronto otros coches comenzaron a adelantarnos. Sin ruedas de clavos marchábamos como un borracho. Al final aquellos cuatro minutos y medio habían desaparecido y fuimos relegados a la segunda posición por detrás de Frenquelin, Waldegaard se situaba ya cerca. No estaba todo perdido, pero pasar de una ventaja de cuatro minutos y medio a una desventaja, incluso si fuera mínima, tras acumular riesgo curva tras curva era duro de tolerar. La carretera de “St Jean en Royans”, así se llamaba la montaña, había estado a punto de dar un golpe mortal a mis esperanzas de ganar por tercera vez el mundialmente famoso rally de Montecarlo. Pero naturalmente no me rendí y la última noche volvía a encontrarme líder de nuevo con una ventaja de dos minutos. Esta sensación de victorias y derrotas es parte del juego y crea un suspense que no dura solamente dos o tres horas, sino dos o tres días.
Y más, todo parecía ir bien. Pero en la tercera pasada por el Col de Turini (excitante y temido como era el Futa en la Mile Miglia) mi caja de cambios se bloqueó en cuarta velocidad: un problema que no era extraño en los Stratos. Por delante de mi tenía doce kilómetros de subidas y bajadas. El problema era intentar pasar las curvas de herradura y alcanzar la cima. En unas pocas palabras me encontraba de nuevo encarando el problema que había trabajado duro por sobrepasar poco antes. Las causas eran distintas pero la situación era la misma. Las curvas de herradura eran muy estrechas y yo solo tenía cuarta velocidad. Pero antes de perder una carrera como el “Montecarlo” solo por que una caja de cambios se ha bloqueado has de intentarlo todo, incluso las cosas más alocadas. La primera curva se acercaba. “Debemos tomarla – le dije a Silvio – de otro modo esto es el fin.”
Tomé la curva despacio, para intentar realizar la mejor trayectoria posible; cada centímetro tenía su importancia. Nunca había prestado tanta atención a una curva en mi vida. Di un ligero toque de gas, el motor de 6 cilindros respondió sin dudas (la importancia de tener par en bajas) y un par de ligeros toques de embrague para incrementar el régimen de vueltas sin correr el riesgo de quemar el motor. Ya habíamos dado una curva, pero aún faltaban once. En este punto la esperanza de conseguirlo había incrementado notablemente. Despacio, despacio, una tras otra las pasamos todas. Mi Stratos estaba demostrando ser realmente increíble. Finalicé la etapa aproximadamente a un minuto de Waldegaard pero conservaba aun un minuto de ventaja. Sin embargo la angustia de conocer si la avería era reparable en los pocos minutos que quedaban antes del comienzo de la última especial permanecía. Llegué a la asistencia pero como era sólo un servicio de emergencia decidí continuar has alcanzar el comienzo de la siguiente especial donde sabía que había mecánicos en disposición de obrar el milagro. Nuestro problema no era simple: dos piezas del selector se había solapado. Era necesario desmontar la tapa del colector de aceite, desatornilla los pernos del colector de aceite, extraer el aceite caliente y recogerlo en un recipiente ya que no teníamos aceite de recambios, desbloquear los dos elemento, volver a ensamblar el colector de aceite y llenarlo. Una operación que, en las condiciones en las que nos encontrábamos demandaba un talento fuera de lo común: todo bajo el coche estaba ardiendo, había pocos minutos disponibles, era de noche y llovía.
Llegué un cuarto de hora antes de la salida de la última etapa cronometrada tras la cual se encontraba la meta en Montecarlo y la victoria. Los mecánicos habían sido avisados por radio para prepararse. No llegué a salir del coche. Ferdinand Casarsa y Piero Spriano se arrojaron bajo del coche y escuché que alguien decía:
“Seguro que podemos hacerlo.”
Yo estaba en silencio, intocable. Ellos querían que comiera algo pero tan solo probé un poco de agua. Ellos me veían apretar los labios en una actitud bastante común en mí en momentos de tensión. Para ganar tiempo ellos no montaron la protección del colector de aceite. Exactamente catorce minutos después de mí llegada mi caja de cambios estaba desbloqueada. Salí rápidamente, tratando de cambiar con la máxima delicadeza por miedo a que esas piezas volvieran a jugarme otra broma. Había una tormenta, pero ese Montecarlo no se me escaparía. He revivido decenas y decenas de veces los momentos de las llegadas victoriosas con su exaltación y sus vértigos, pero nunca he olvidado el triunfo de enero de 1976. Quizás porque me sentí particularmente en deuda con Casarsa y Spriano: habían estado excepcionales.
Este seguramente fue el “Monte” que más sufrí, a pesar de nuestra evidente superioridad. No fue fácil desde el punto de vista menta de vencer una alta dosis de estrés. Mirando hacia atrás estoy seguro que si no hubiese ganado, mi historia hubiese cambiado y no habría sido el primer piloto en ganar cuatro veces seguidas en el más difícil y prestigioso evento del campeonato del mundo."
Sandro Munari
SUECIA;TODO PARA SAAB.


4 Per Eklund Swe Saab 96 V4 4 1 08:08.3
Björn Cederberg Swe 3 1 0
2 Stig Blomqvist Swe Saab 96 V4 4 2 08:10.0
Hans Sylvan Swe 3 2 1.36
7 Anders Kulläng Swe Opel Ascona 4 3 08:31.1
Claes-Göran Andersson Swe 3 3 22.44

El rally de Suecia se hizo más favorable a los pilotos suecos que nunca. Estrenó una especie de tramos secretos que no podían entrenarse. Además la cantidad de hielo que presentaban los tramos hacía pensar que los Stratos de Waldegaard y Walfridson no podrían con los ligeros Saab que estaban dispuestos a que no se repitiera la derrota del año anterior. Y esas previsiones se cumplieron ofreciendo el rally un apretado duelo entre Per Eklund y Stig Blomqvist que cayó del lado del primero, en lo que sería la única victoria del piloto sueco en una dilatada trayectoria en la competición. El Opel de Kullang termino en tercera posición, mientras que el primer Stratos, cuarto, era conducido por el finlandés Lampinen al que Fiorio le había cedido un coche reserva de los desplazados a Suecia. La quinta plaza fue para el Saab 99 de Sundberg.


PORTUGAL; "IL DRAGO" VUELVE A GANAR.

1 Sandro Munari Ita Lancia Stratos HF 4 1 05:41.3
Silvio Maiga Ita 4 1 0
2 Ove Andersson Swe Toyota Celica 2000GT 4 2 05:44.2
Arne Hertz Swe 02-Mar 1 2.58
12 'Mêquêpê' Por Opel Kadett GT/E 1 1 06:26.4
João Batista Por 02-Mar 1 45.11

En Portugal los Lancia volvieron a la senda del triunfo y de nuevo Munari venció en un rally que lideró desde el primer tramo. Los cinco primeros tramos fueron para el italiano, hasta que su compañero Raffaele Pinto lograba la victoria en el sexto y séptimo tramo. Ove Andersson apareció pronto ganando algunos tramos con el nuevo Toyota Celica 2000 GT. Se hizo con la segunda plaza superando al portugués Pinto. El sueco aguantó la presión del piloto del Stratos cuyo coche finalmente cedió ante en empuje del piloto. Una avería en la transmisión provocó el abandono de Pinto, dejando al local Mequepé en tercera posición. El piloto portugués conducía un Opel Kadett prácticamente de serie (grupo 1) y realizó el rally de su vida. Este resultado salvó el honor del equipo Opel. Los dos coches del equipo oficial abandonaban por avería. Walter Rohrl por ejemplo vio como su coche se rompía a los 500 metros de carrera. Mikkola y Ragnotti abandonaron por sendos accidentes.


SAFARI, DEBACLE DE LANCIA EN AFRICA.


8 Joginder Singh Ken Mitsubishi Lancer 4 1 01:57
David Doig Ken 00:00
22 Robin Ulyate Ken Mitsubishi Lancer 4 2 02:21
Chris Bates Ken 00:24
11 Andrew Cowan Gbr Mitsubishi Lancer 4 3 02:42
Johnstone Syer Gbr 00:45

En el Safari hubo una verdadera catástrofe en el seno del equipo Lancia. Ninguno de los tres coches llegó a la meta. Los abandonos fueron múltiples entre los candidatos a la victoria. Makinen aparcó el Peugeot 504 en el lecho de un río del que ya no salió. Rohrl dejó su coche empotrado en el de un nativo y Mehta abandonó tras un accidente. Ante este rosario de incidentes los Mitsubishi Lancer coparon las tres primeras plazas del podium. Joginder Singh repitió su triunfo de 1974 por delante de Robin Ulyate y Andrew Cowan. Los Peugeot 504 de Shankland y Lampinen fueron cuarto y quinto, terminando otro Lancer sexto pilotado por Shinozuka.

ACROPOLIS; OPEL DESISTE DEL CAMPEONATO.

14 Harry Källström Swe Datsun 160J 4 1 08:43.1
Claes-Göran Andersson Swe 0
4 'Siroco' Gre Alpine-Renault A110 1800 4 2 08:48.4
Miltos Andriopoulos Gre 5.24
5 Shekhar Mehta Ken Datsun 160J 4 3 09:09.5
Henry Liddon Gbr 26.39

Los resultados de Portugal y el Safari hicieron que Opel no acudiera a los siguientes eventos para evolucionar el coche y puede que esta decisión les privara de obtener el título. Llegó el rally Acrópolis y de nuevo la hecatombe dentro de Lancia, ninguno de sus tres pilotos pudo terminar el rally con diversas averías. Ragnotti estuvo a punto de dar su primera victoria al Alpine A310 pero no resistió la presión de Kallstrom a bordo de un Datsun Violet y chocó contra espectadores y otros concursantes. Más tarde y falta de tres tramos se retiró con una avería en su suspensión trasera. Al final Kallstrom se hizo con la victoria. El piloto local “Siroco” repitió podium al igual que en la edición anterior con un Alpine Renault A110 y Mehta llevó el otro Datsun Violet a la tercera plaza de la general. La dureza del rally griego también hizo abandonar a los Toyota, tanto al Celica de Andersson como al Corolla de Mikkola.

MARRUECOS; DEBUTA EL FIAT 131 ABARTH.

6 Jean-Pierre Nicolas Fra Peugeot 504 4 1 20:20.2
Michel Gamet Fra 0
1 Simo Lampinen Fin Peugeot 504 4 2 20:42.5
Atso Aho Fin 22.37
3 Sandro Munari Ita Lancia Stratos HF 4 3 21:38.4
Silvio Maiga Ita 01:18.2


En Marruecos tampoco estuvieron presentes los Opel. Lancia sólo llevó un Stratos, el de Munari. En esta oportunidad los italianos legaban su representación al nuevo Fiat 131 Abarth en manos de Alen, Verini y Bachelli. Problemas de juventud relegaron al nuevo Fiat hasta la doceava plaza de Alen. Alen que había liderado el rally en su primera especial dejó la primera posición a su compañero Bachelli. El italiano la mantuvo hasta queLa dureza del rally marroquí le dio la victoria al resistente Peugeot 504, esta vez de manos de Nicolas, seguido de Lampinen. Munari salvó un poco los muebles y concluyó en tercera posición dando unos puntos importantes de cara al campeonato. Deschaseaux fue cuarto con un Citroen CX2200 y a continuación una sucesión de Peugeot 504 entre los que se coló en sexta plaza el Renault 17 Gordini de Prive.

FINLANDIA; EL 131 LOGRA SU PRIMERA VICTORIA.

3 Markku Alén Fin Fiat 131 Abarth 4 1 04:10.2
Ilkka Kivimäki Fin 3 1 0
12 Pentti Airikkala Fin Ford Escort RS1800 4 2 04:11.0
Risto Virtanen Fin 3 2 0.45
1 Hannu Mikkola Fin Toyota Celica 2000GT 4 3 04:13.3
Arne Hertz Swe 3 3 3.14


Llegó el rally de Finlandia y Lancia no presentó ningún coche. Fue Fiat la que inscribió el 131 Abarth en manos de Alen. Saab presentaba el Saab 99EMS en manos de Blomqvist y Eklund. Mikkola corría con un Toyota Celica, Makinen y Vatanen con Ford Escort MK II. La carrera fue un mano a mano entre estos dos últimos pilotos pero Vatanen abandonó y Makinen tuvo problemas. De este modo dejaron la carrera en manos de Alen que lograba la primera victoria de un coche que también pasaría a formar parte de las leyendas del mundial. Para lograr esta victoria, Alen tuvo que soportar los ataques del Ford Escort privado que conducía Airikkala. La tercera plaza la ocupaba Hannu Mikkola con el Toyota Celica. Cuarto acabo Makinen al final y el quinto y séptimo puesto lo ocuparon los privados de Saab con el 96V4, Lampinen y Rainio respectivamente. Sexto concluyó el Datsun Violet de Timo Salonen. Los Saab oficiales no lograron concluir por sendas averías en los primeros tramos del rally.

SAN REMO; ESCANDALO EN LANCIA.

4 Björn Waldegård Swe Lancia Stratos HF 4 1 10:27.4
Hans Thorszelius Swe 3 1 0
1 Sandro Munari Ita Lancia Stratos HF 4 2 10:27.4
Silvio Maiga Ita 3 2 0.04
6 Raffaele Pinto Ita Lancia Stratos HF 4 3 10:37.1
Arnaldo Bernacchini Ita 3 3 9.33

En el rally de San Remo, Lancia volvía a apostar por el campeonato y presentaba de nuevo un equipo con aspiraciones a la victoria y a asegurarse los puntos necesarios para ganar el mundial. Munari, Waldegaard y Pinto se inscribieron con el Lancia Stratos. Alen, Bachelli y Verini lo hicieron con el Fiat 131 Abarth. Rohrl, Ballestrieri y Nicolas fueron los peones que Opel puso en liza quizás demasiado tarde ya. Pero la victoria de Lancia no se vio exenta de escándalo. Fiorio, que sentía debilidad por Munari y sabía de su difícil carácter por lo que había obligado en Montecarlo a Waldegaard a guardar las espaldas del italiano, volvió a mover ficha a favor de éste último. El rally se disputó totalmente sobre asfalto y muy pronto los dos coches se colocaron en cabeza en solitario. Al comienzo de la última especial cuando Waldegaard tenía una ventaja de 4 segundos sobre Munari, retuvo al primero en la salida este tiempo con la intención de que se jugaran el rally en igualdad de condiciones. El piloto sueco, indignado por la decisión de su jefe, atacó a fondo y volvió a distanciar en cuatro segundos a su “compañero de equipo” ganando el rally. Esa misma noche Waldegaard rompió su contrato con Lancia y decidió correr la última prueba de la temporada, el RAC, con Ford. Tras Waldegaard y Munari, se colocaron, también con Stratos, Pinto y Fascina. El primer Opel fue Ballestrieri en quinta posición. Ni Alen ni Bachelli lograron terminar el rally. Verini si llevó el Fiat 131 Abarth a la meta, pero en última posición y a más de 8 horas del vencedor.

CORCEGA ; OPEL NO ACABA Y MUNARI VENCE DE NUEVO.

1 Sandro Munari Ita Lancia Stratos HF 4 1 08:23.6
Silvio Maiga Ita 0
5 Bernard Darniche Fra Lancia Stratos HF 4 2 08:24.1
Alain Mahé Fra 0.17
14 Jean-Pierre Manzagol Fra Alpine-Renault A310 V6 4 3 08:49.1
Jean-François Filippi Fra 25.19


Las preferencias de Fiorio por Munari causaban problemas en el equipo Lancia
Pero antes del RAC se disputó el rally de Córcega. Munari se hizo con su tercer triunfo al imponerse a Darniche, con un viejo Stratos, tan solo por 16 segundos. Opel ayudó de nuevo al no terminar el rally ni Rohrl, ni Nicolas, ni Frequelin…. A los Stratos les siguieron los Alpine A310 de Manzagol y Ragnotti y en quinta posición con un Porsche 911 terminó el francés Almeras. A modo de dar una idea de la diferencia entre los rallies en los 70 y en la actualidad se pueden dar algunos datos de las especiales que se disputaron. Por ejemplo la cuarta especial, Porto Vecchio – Prunelli, constaba de 166,40 kilómetros y su vencedor Darniche tardó en recorrerla 2 horas y 11 minutos a una media de 76,03 kilómetros por hora. Quizás esta sea la causa de que las listas de abandonos fueran tan extensas durante esta época de la historia del Mundial de Rally.

RAC; TERRENO DE LOS ESCORT MK II.


6 Roger Clark Gbr Ford Escort RS1800 4 1 06:02.3
Stuart Pegg Rsa 3 1 0
4 Stig Blomqvist Swe Saab 99 EMS 4 2 06:07.0
Hans Sylvan Swe 3 2 4.37
32 Björn Waldegård Swe Ford Escort RS1800 4 3 06:07.6
Hans Thorszelius Swe 3 3 5.29

Con el título decidido se disputó el RAC en el que los caminos embarrados no se adaptaban a las virtudes del Stratos. De nuevo los Ford Escort triunfaban en su rally. Hannu Mikkola fue el primer líder pero no soportó la presión de Vatanen que en el cuarto tramo se hizo con el liderato. Vatanen lideró el rally con su Escort hasta el décimo tramo en el que su coche comenzó a fallar obligándole a retirarse más adelante. Airikkala se puso en cabeza y prácticamente llegó en esta posición hasta el final del rally. Al final ni Airikkala, ni Pond lograron finalizar dejando la victoria en manos de Roger Clark, que repetía la victoria lograda años atrás. Stig Blomqvist terminaba segundo con el Saab 99EMS y en la tercera posición se colocaba Waldegaard ya con el Ford Escort RS1800. Munari al que se le atragantaba el barro británico finalizó en cuarta plaza y quinto terminó el Toyota Corolla de Ove Andersson.


Clark volvía a ganar el RAC con un Ford Escort

Ove Andersson seguía logrando buenos resultados con Toyota, en esta ocasión un Corolla
Así finalizaba el tercer año de dominio del Lancia Stratos, pero quedaba claro que para el año siguiente Fiat había decidido hacer el 131 Abarth su caballo de batalla por cuestiones de marketing y aumentar las ventas del modelo de calle.

Raggnotti no acaba en el RAC.

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