FIAT DECIDE EL MUNDIAL TRAS TRES VICTORIAS CONSECUTIVAS.
Fiat tenía el Campeonato de 1977 muy cuesta arriba después del triunfo de los Ford en Finlandia. Los 131 Abarth llegaron a Canadá con la necesidad imperiosa de ganar, ya que estaba claro que, aunque tanto en San Remo como en Córcega eran favoritos con permiso de sus primos de Lancia, en el RAC, Ford les haría morder el polvo. Los italianos salieron dispuestos a ganar en Quebec y lo hicieron... en el último tramo.
Ford perdió el Mundial de 1977 en el último tramo del Criterium de Quebec. Fiat alineó a los cinco coches, ya que a los de Alén, Mäkinen, Salonen y Lampinen se unió el de Walter Rhöll que cansado de los problemas de los Opel aceptó la oferta de Fiat para reforzar el equipo. Ford por su parte, envió a Waldegaard a entrenar el San Remo, reservando para la prueba canadiense a Vatanen y Roger Clark. Para Fiat la cosas no pintaban bien. Röhrl y Alén abandonaron cuando rodaban en cabeza y ello despejó el camino a un Ari Vatanen que tenía el rally ganado a falta de un solo tramo. Salonen con Fiat, iba segundo, y Clark tercero por delante de del segundo Fiat de Lampinen. Quedaba un tramo de 114 kilomentros y si las cosas se mantenían como estaban, Ford tenía el título en el bolsillo. En ese último tramo, sin embargo, Vatanen rompió el encendido y regaló la victoria a Salonen, mientras que el habitualmente tranquilo Lampinen lanzó un ataque en toda regla que le permitió arrebatar la segunda plaza a Clark.
De una derrota casi cierta, Fiat pasó a conseguir un inesperado doblete, con lo que no sólo consiguió la puntuación maxima, sino que restó puntos a Ford gracias a la segunda plaza de Lampinen. La jugada salió redonda y en las dos carreras sobre el asfalto que quedaban, los italianos remataron la faena. Estaba muy claro que, llegado el caso, Lancia debería plegarse a las órdenes de Fiat, pero habría sido interesante ver que habría pasado con ese mundial si Sandro Munari no hubiera tenido la suerte de espaldas. "Il Drago" era el favorito en un San Remo cien por cien asfalto en el que los Escort lo iban a pasar mal.
LOS LANCIA SE ESTRELLAN
Lancia mandó a tres Stratos con Munari, Carello y Pregliasco, mientras que Fiat alineó a su equipo "italiano" es decir, sin más finladeses que Alen y con Verini y Fassina, además de Andruet con el coche de Fiat Francia. Munari dominó la prueba con autoridad y parecía ganar a los Fiat, pero rompió el motor cuando llevaba seis minutos de ventaja a su compañero Carello, quien al verse lider estampó su Stratos contra una encina bajo la lluvia.
Con Waldegaard muy retrasado, el rally fue un festival Fiat. Ganó Andruet y entre él y sus colegas relegaron al Escort a la quinta plaza. Fiat recuperó el liderato en el Mundial con 130 puntos frente a los 124 de Ford, y en Corcega dictó sentencia. Ford pareció menospreciar la prueba insular y alineó sólo dos coches para Jean-Pierre Nicolas y Russell Brookes, que descubría la carrera. Además, contó con asistencias insuficientes para cubrir toda la prueba y ninguno de sus coches llegó al final.
Frente a tanta desidia, Fiat formó un equipo muy potente que de nuevo fue perdiendo unidades, pero que volvió a tener la suerte de cara. Munari, con su Stratos, dominó hasta chocar con un puente y a partir de ese momento y pese a los esfuerzos de Nicolas, que llegó a liderar el rally con su Escort, los Fiat y los Lancia se alternaron en el orden politicamente mas correcto, ganó Darniche (Fiat), por delante de Pinto (Stratos) , Bachelli (Fiat) y Carello (Stratos). Fiat salió de Corcega como nuevo Campeón del Mundo.
Como no podía ser de otra manera Ford se consoló apuntandose el RAC esta vez con Waldegaard, quien tras abandonar los dos primeros lideres, el Vauxhall Chevette de Airikkala y el 131 de Alén, sólo tuvo que contener a su amigo Hannu Mikola, que con un Toyota Corolla fue el único que le opuso resistencia. Fue un bonito final para una amarga derrota.
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