lunes, 10 de enero de 2011

EL NACIMIENTO DE LOS RALLYS MODERNOS

LA DÉCADA DE LOS 60; LOS PRIMEROS PROFESIONALES.

La creación del Campeonato de Europa en 1953 fue el primer paso para popularizar una especialidad cuyo interés iba en aumento. La llegada de las primeras marcas (BMC, Mercedes, Renault, entre otras) y la profesionalización de sus equipos sentaron las bases para la creación del Campeonato del Mundo.

Los pilotos, amateurs y con presupuestos limitados, apenas salían de su país para competir en los rallys del Campeonato de Europa. Ello explicaba que los primeros campeones fueran pilotos alemanes que, gracias a la situación de su país, tenían la posibilidad para correr en países como Holanda, Belgica, Francia o los paises del Este. Poco a poco el interés de los rallys fue en aumento y las pruebas con tramos cronometrados se fueron imponiendo a los de regularidad (Tulip Rally, Lieja-Sofia-Lieja), excluidas del campeonato y que acabaron por desaparecer. En la misma época, en África, el East African Safari aumentaba su prestigio, con lo que los rallys, de fenómeno exclusivamente europeo, pasaron a adquirir una dimensión más internacional que propiciaría, mas tarde, la creación de la primera Copa del Mundo de Constructores en 1970.

MERCEDES BENZ 220 SE Walter Shock-Rolf Moll; Montecarlo 60 (1º) CAMPEON DE EUROPA 1960

LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS EQUIPOS.
La primera gran revolución llegó con la creación de los equipos oficiales. El mas emblematico de ellos el de la British Motor Corporation (BMC), sobre todo gracias a la labor de Stuart Turner, quien en 1961 se hizo cargo del departamento de competición del grupo britanico. A él se deben no sólo las victorias de los Mini en las más prestigiosas pruebas, sino también la profesionalización de los rallys . El de BMC fue el primer equipo en asistir a sus pilotos con mecánicos especializados que se trasladaban en coches cargados de recambio a las pruebas en las que competían. A los organizadores no les gustaba la idea que a los pilotos les llegara ayuda externa, pero como era imposible controlarlo, optaron por reglamentar las asistencias. Del mismo modo, Turner impuso a sus pilotos que entrenaran los rallys. Makinen, Aaltonen, Hopkirk y otros fueron los primeros en reconocer las carreteras donde iban a disputarse las especiales y tomar notas que los copilotos leían durante la carrera. Asimismo, los pilotos de los Mini podián elegir entre varios tipos de neumáticos (Dunlop llegó a prestarles la misma atención que a la Formula 1) y, finalmente, Turner creó la figura de los ouvreurs, que pasaban por los tramos del Rally de Montecarlo antes del cierre de la carretera para comunicar el estado a los pilotos.

Mini Cooper S R. Aaltonen-H. Liddon; Rally Monte-Carlo 1967 (1º)


EL REGLAMENTO DE LOS SEIS GRUPOS.
Durante la década de 1950 y los primeros años sesenta, los coches de rallys eran turismos de serie someramente preparados y no existía ninguna reglamentación. En 1957, el primer reglamento autorizaba a cambiar el encendido, la batería, los amortiguadores, las luces, los frenos, los neumáticos así como aumentar los depositos de combustible y modificar los carburadores y las ruedas, siempre a partir de elementos de serie.

MERCEDES BENZ 220 1962 Eugen Böhringer


En 1966 todo cambió con la publicación del primer anexo J con el que la FIA definía los coches de competición deportiva. Esta normativa establecía seis grupos, en función del tipo de coche y su grado de preparación, En el Grupo 1 se incluía vehículos de cuatro plazas de serie fabricados en , el menos 5000 unidades anuales. En el Grupo 2 el número se limitaba a 1000 unidades y se autorizaba cierto nivel de preparación. Los Grupos 3 y 4 equivalían al 1 y al 2, pero para coches de gran turismo (GT dos plazas) construyendo al menos 500 ejemplares, y se reservaban los grupos 5 y 6 a los prototipos.

Parecía que los grupos 1 2 y 3 eran el futuro de los rallys, pero las marcas se dieron cuenta que era más sencillo fabricar un gran turismo y prepararlo para grupo 4 o, sencillamente, tomar un Grupo 2 de gran serie, cambiarle el motor por uno mas potente y, como si se tratase de un Gran Turismo y homologarlo como Grupo 4 fabricando tan solo 500 unidades. Los Grupo 4 fueron pues, los coches de rally por excelencia hasta que, en 1983, entró en vigor la reglamentación Grupo B.

JAGUAR TIPE E Peter Lumsden 27º RAC Tourist Trophy (Goodwood) de 1962


AÑOS DE DOMINIO NÓRDICO.
Los pilotos nórdicos fueron los grandes protagonistas de la década. El sueco Erik Carlsson y su Saab dominaron las pruebas nordicas y el Rally de Montecarlo en los primeros años, mientras que nombres como los de los como los de los finlandeses Rauno Aaltonen, Pauli Toivonen y Timo Makinen monopolizaron los triunfos. Tom Trana y Günar Andersson, ambos suecos, sumaron tres titulos de Campeón de Europa y, salvo raras veces excepciones, como el británico Vic Elford o el polaco Sobieslaw Zasada, los nombres de los ganadores de las grandes pruebas tenían siempre apellido sueco o finlandés.

Para empezara hablar de los pilotos franceses y sus Alpine, o para encontrar coches italianos en las plazas de honor, hubo que esperar a la siguiente década. En la de 1960, Mercedes, Porsche, Citroen, Saab, Volvo y Mini se repartieron los triunfos. De todas solo Saab tendría algo que decir en los años setenta.

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